Este post es viejo, pero no esta publicado en este blog, entonces aqui lo publico de nuevo ya que estoy fallo de inspiración!
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Buceo en Islas del Rosario

La magia de esta tierra todavía me tiene embelezado, no he sido capaz de abrir los ojos para aceptar la realidad. El buceo realmente es una de mis pasiones y el Atlántico posee infinidad de opciones con una belleza incomparable.
La experiencia esta vez se vivió a través de la Dolphin Dive Scool de Cartagena, a cargo de Alberto Lotero e Isabel Giraldo, las inmersiones se realizaron en la Isla Pavito, en frente del oceanario y pues la verdad no tengo casi palabras para expresar lo maravilloso que fue.
Fueron dos inmersiones, la primera en un lugar llamado “Pavito” detrás de la casa donde nos alojamos (casa que fue construida por encargo del maestro Alejandro Obregón), bajamos a 60 pies con una corriente medio fuerte, visibilidad como de 10 metros, mi recorrido duró aproximadamente 40 minutos, por que al final tuve problemas de flotabilidad, al quedarme con poco aire en el tanque, me resulto imposible mantenerme sumergido y cansado de luchar contra la corriente me toco salir.
La segunda inmersión fue en el sitio denominado “Mi acuario” un lugar muy bonito a 40 pies, la visibilidad fue excelente, poca corriente, me puse tres pesas y logre la flotabilidad neutra, la vegetación es bastante bonita y la fauna es abundante, no muy grande pero si muy colorida.
El remate fue en el Oceanario, esto no estaba incluido en el paseo pero, la verdad hubiese sido una burrada no ir, cuando llegué ya el show había comenzado, pero como pagué para nadar con los delfines, pues me dejaron pasar. Vi tiburones y delfines y cuando ya todos entraron al túnel marino, me dejaron entrar a los estanques de los delfines. Era mi turno para nadar con la más joven de ellos, la verdad no recuerdo su nombre, pero fue algo sublime. Me senté en una orilla y metí los pies en el estanque hasta que ambos tomamos confianza, ella comenzó a tocarme los pies con su cuerpo, me tire y comencé a jugar con ella, súper tierna iba y regresaba, me miraba de frente, me pasaba por debajo, fue algo que realmente valió la pena.
De regreso al continente, Cartagena con su desorden y su magia me recibió con los brazos abiertos, me reuní con algunos amigos que estaban allá de paseo y terminamos de pasar muy bien, rumbie, comí delicioso en Crepes&wafles, camine las calles del centro y sus plazas súper elegantes, compre algunas cosas en Arturo Calle y me regrese ayer por la tarde.



