La gente en San Bernardo del Viento esta inundada. El rió sinú, que pasa por el pueblo antes de llegar a Boca de Tinajones a encontrase con el mar, viene con toda su fuerza y se ha salido de su cause llenado de agua casas, plazas, vías, etc.
Esta inundación ha traído consigo miles de cuentos, leyendas, historias de pueblo que uno al final no sabe si son mentira o verdad.
Ayer me toco acompañar una comisión de médicos a una brigada en la zona y mientras llegábamos al lugar para tomar la canoa que los llevaría a las poblaciones más apartadas, alguien contó que había en el pueblo el rumor de que un Mero de no se cuentos metros de largo, se había comido como 3 personas y que algunos habían visto como un caballo se perdía entre las aguas, aparentemente devorado por el animal.
Los médicos cambiaron la cara de “expedición robinsón” que llevaban y comenzaron a preocuparse, “Yo no voy a exponer mi vida” decía uno de ellos, el otro alegaba que si no les daban salvavidas y botas ellos no se subían.
Cuando llegamos al lugar donde la canoa esperaba, el pánico se apodero de todos, “Eso es como un tiburón de agua dulce” decía el señor que pasaba con su bicicleta en el hombro y uno de los médicos no soporto más y decidió devolverse. La verdad es que el panorama no era nada alentador, una canoa debía recorrer gran parte de la zona inundada y navegar el Sinú por más de una hora para llegar a los pueblos de Boca Mireya, Tinajones y Caño Loco, yo quería ir, pero era prioritario que fueran los médicos, mi misión era sólo documentar con imágenes la actividad, pero la misión de ellos era más importante y por eso me quedé, sin embargo el cuento del mero me llamó mucho la atención.
Unas señoras que estaban por allí me contaron que todo este cuento del Mero se ha desatado a raíz de la desaparición de tres personas y un caballo en las aguas, a pesar de que los cuerpos sin vida de los tres seres han sido encontrados en estado de descomposición, la gente insiste en pensar que ha sido un monstruoso pez de dimisiones insospechables el culpable de todo.
Uno de los médicos me respondió así, cuando yo le decía que un Mero no se tragaba una persona:
“no, no, no yo a eso no me le mido, que tal, si ese animal es capaz de tragarse un caballo, una persona se la traga facilito”.

Estos son los médicos que se le midieron a abarcarse en la canoa para ir a atender los enfermos de las poblaciones inundadas.

2 comentarios:
Este post sono como la pelicula de tiburon, anaconda y caiman !!!!
ja ja ja ja
A proposito que filtro usaste en las fotos, se ven azules . . . le dejaste puesto el filtro para luz artificial ??
Pues cuentos abundan en nuestra region, pero bacano.
Ese miedo infundado en una historia podria desempolvar algunas mas...
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