En estos días toda persona que uno se encuentra, le cuenta una historia similar: “Las muchachas salieron de estudiar a las 10PM y como era cerca de su casa se fueron caminando, dos tipos en una moto sacaron una pistola, las regañaron y las hicieron irse gateando hasta sus casas, ellas se orinaron del susto y llegaron a sus casas meadas y con las rodillas raspadas”; “Mi hijo iba saliendo de la casa de un amigo temprano, como a las 7, y un tipo con un cuchillo le quito el celular, él corrió hasta el CAI del parque y puso el denuncio, dicen que ya tienen a los tipos, pero no se si los abran cogido”; “En la casa de la vecina unos tipos estaban tratando de cortar el protector de la ventana del segundo piso y como ellos duermen lejos en la parte de atrás, ni se dieron cuenta, quien sabe que pasaría que no pudieron robarse nada”; “Aquí en la casa de al lado amanecieron unas clanchetas mochas en el patio, no se robaron nada porque no había nada que robar”; “a mi me quitaron el celular en la puerta de la iglesia”; “Tenemos que cerrar la puerta del negocio porque están robando dentro del Centro Comercial, se meten unos tipos y mujeres bien presentadas y con pistola en mano le quitan a uno todo lo que haya en la caja”.
Esto está maluco, dice la gente al final de cada cuento.
Y se pregunta uno ¿Y la policía? Antes un celador en una bicicleta daba la vuelta a la manzana y pitaba para que supieran que ese sector estaba cuidado, ¿Qué ha pasado con eso? Estamos viviendo una ciudad llena de cuentos de miedo por todas partes, donde la paranoia se esta apoderando de la gente a un grado tan feo, que hasta yo estoy “cagao”.
Anoche, escuche que los ladrones se metían por el patio y pisaban las tapas de los tanques donde se recoge el agua. Hasta vi las sombras y desee (cagado de miedo) tener un arma para hacer un tiro al aire. Al parecer todo estuvo en mi mente. Pero de todas maneras tendré que comprarme un pito o meterle una tarjeta al celular, porsi pasa algo, hacer bulla o llamar a mi papa para que saque la rula que tiene debajo de cama.
Esto está maluco, dice la gente al final de cada cuento.
Y se pregunta uno ¿Y la policía? Antes un celador en una bicicleta daba la vuelta a la manzana y pitaba para que supieran que ese sector estaba cuidado, ¿Qué ha pasado con eso? Estamos viviendo una ciudad llena de cuentos de miedo por todas partes, donde la paranoia se esta apoderando de la gente a un grado tan feo, que hasta yo estoy “cagao”.
Anoche, escuche que los ladrones se metían por el patio y pisaban las tapas de los tanques donde se recoge el agua. Hasta vi las sombras y desee (cagado de miedo) tener un arma para hacer un tiro al aire. Al parecer todo estuvo en mi mente. Pero de todas maneras tendré que comprarme un pito o meterle una tarjeta al celular, porsi pasa algo, hacer bulla o llamar a mi papa para que saque la rula que tiene debajo de cama.
2 comentarios:
Los garrotes no están prohibidos, se pueden hacer en la casa y se pueden guardar entre el closet...
resuscité!!!!!estoy viva!
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