
2.07.2010
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2.03.2010
La Providencia y el Azar
Hace días que quiero escribir sobre el destino. La eterna pregunta ¿Uno se forja su propio futuro o existe un mapa con el cual nacemos y que contiene información sobre todo lo que nos sucederá en nuestra vida? Y no sé la respuesta, sería muy fácil pensar que todo está escrito y que no hay necesidad de mover un dedo para que las cosas se den.
En la wikipedia citan el Diccionario de Filosofía “Ex nihilo nihil fit” de José Ferrater Mora donde se define el destino como “la sucesión incognoscible e inevitable de acontecimientos que ocurren en diferente lugar y tiempo cuya consecuencia del pasado que afecte uno o más hechos futuros, así como la red de posibilidades del futuro a causa de las acciones presentes y los acontecimientos pasados”.
El caso es que a medida que he ido viviendo he notado como suceden cosas que parecen mágicas y que me resultan difíciles de digerir, he visto como la vida o el destino o la suerte o la providencia, se lleva y regresa personas, hace posible situaciones y experiencias que en ciertos tiempos han parecido imposibles y lo pone a uno a vivir intensamente y ha pensar en guevonadas como ésta.
A veces pienso que los ingenieros no sufren de estos problemas, para ellos (no todos) la vida se reduce a números, a cálculos que dan exactos y siguen adelante basados en principios matemáticos conciente o inconcientemente.
Nosotros, los que no hacemos parte de ninguna de las escuelas de ingeniería, tenemos mayores posibilidades de atormentarnos por estos pensamientos, o por lo menos eso me está pasando a mi ahora, quiero saber cuál es el imán que mueve las cosas en mi destino, quiero saber si está todo escrito e inamovible o si puedo hacer con mis actos que todo cambie. Quiero saber si las personas que me rodean, las que quiero estarán por siempre, si las que se han ido regresaran y si llegaran nuevas a enseñarme nuevas ideas y a cambiarme la forma de entender qué es la vida.
Me gustaría propiciar ciertas situaciones, ciertos momentos o experiencias, pero es como estar en el restaurante alemán que queda en un sótano oscuro donde no se ve nada y hay que pensar como ciego para poder comer.
¿Por qué no puedo se una persona normal? Tampoco sé