11.26.2009

Del Metro de Madrid a la Moto taxi en Montería (cuadernos del viejo mundo 4)








Uno de los miles de aspectos en los que Europa nos lleva años luz de ventaja es el transporte público. En Colombia el taxi es un medio de transporte común y barato, no es un lujo es más una necesidad. En Europa el taxi es un lujo. Algo tenía claro al salir de Colombia, si no quería convertir mi llegada a la madre patria en una pesadilla era indispensable coger un taxi, no estaba dispuesto a entender el mapa del metro que llevaba en la computadora y mucho menos a exponerme a una perdida. Al recoger la maleta (que fue menos traumático de lo que me habían advertido, no hubo revisión de cavidades ni mucho menos) seguí la multitud y llegue a una estación de taxis, me fui como era lógico al primero de la fila y me subí con mi maleta y un maletín pequeño que eran todo mi equipaje. Debo reconocer que todo este trayecto desde la puerta del avión hasta el taxi fue bastante asustador, pues recorrí en tren el aeropuerto y camine como 10 kilómetros para poder salir. Al subirme al taxi me sentí aliviado y me relajé eran las 12 del medio día y el calor era similar al de mi tierra, el taxista era un tipo de mediana edad, amable y conversador, le conté respondiendo a sus preguntas que venía de Colombia a estudiar un mes en la Complutense, el recorrido duro unos 30 minutos y el taxi me dejo justo en frente de la puerta del Colegio Mayor Ximénez de Cisneros. Mi afán era llegar al curso para no ser sancionado pues había comenzado dos días antes y no podía tener una tercera falla, pregunté en la recepción como hacía para llegar a Gaztambide 65 , la señora me imprimió un mapa y me explico. Lo mejor era ir andando. Me perdí, camine como 3 kilómetros de más bajo el inclemente sol, llegue al CEV a eso de las 13 y 30 pm cansado y muerto, la noche anterior en el avión no había dormido nada, tengo la mala costumbre de no poder conciliar el sueño en viajes largos. Expliqué la situación en la escuela y me dijeron que me estaban esperando que ya el curso de la mañana se había ido y que fuera al de la tarde para no tener la falla No.3. Como el curso empezaba a las 15:00 me quedaba media hora para comer algo así que bajé y en la cervecería Gaztambide que está en frente del CEV me tome dos té helados y comí patatas fritas y aceitunas. Para regresar al colegio después de clase CAMINE tratando de memorizar el recorrido que había hecho para llegar, esa noche dormí como un bebe.

El día siguiente tome otro taxi, otro lujo que me di, no estaba dispuesto a caminar tanto, los pies me dolían del paseo del día anterior, después de clases cuando ya había conocido compañeros que vivían en el mismo colegio que yo, la caminata fue corta y desde ese día me aprendí de memoria el recorrido que se hacía plácidamente por el parque del oeste hasta la Moncloa y de allí por la calle de Isaac Peral hasta Donoso Cortés y de allí hasta Gaztambide.

Ese día me aventure a meterme a la estación de metro de Moncloa, una cantidad de escaleras mecánicas, túneles y maquinas que me hicieron recapacitar. Sin embargo no renuncie tan pronto a mi interés por explorar y caminé, pregunté y me regresé andando a mi alojamiento, estaba cansado. Al día siguiente después de clases me pare frente a una de las maquinas, metí una moneda de un euro y compre un viaje, fue hacia la estación del Banco de España. Lo primero que hice fue observar, llevaba un mapa del metro en la mano y con la explicación que me habían dado iba yo muy pendiente del recorrido estación por estación, el metro me ofreció una vista de Madrid mas nueva aun, gente de todas las nacionalidades (lo digo por sus aspectos) en el vagón donde me subí habían personas con características físicas europeas, latinoamericanas, indígenas, americanas, africanas, árabes. Los que no llevaban libros o revistas, llevaban ipods o reproductores de música.

De allí en adelante el metro fue un aliado importante en mi conquista de la ciudad española.

Fue muy fácil aprender a utilizar este medio de transporte, que como dato curioso está cumpliendo 90 años de existencia, (hace noventa años Montería eran puros burros y planchones). Los mapas al principio parecen difíciles pero después, como si tratara de una matrix, aprendes a leer los códigos y a identificar cada cosa con una claridad estupenda. Recorrí varios de los trayectos, conocí muchas de las estaciones, unas son muy antiguas y otras muy modernas. La Sensación de tenerlo todo cerca sin importar los kilómetros físicos que existen entre un punto y otro, la experimente por primera y única vez durante ese mes que estuve en Europa.

Ahora, que ya estoy en Montería otra vez reflexiono sobre los años de diferencia que nos separan del desarrollo alcanzado por el viejo continente. Siempre he dicho que nosotros estamos en una especie de Tiempo Medieval del que no hemos podido salir y eso se expresa en todos los aspectos de la realidad. El transporte es uno de esos aspectos, en Bogotá, que es la capital y una metrópolis Latinoamericana, el tema de la movilidad es espeso y complicado hasta para Peñalosa. Apenas este año se hicieron estudios para el metro y el transmilenio ayuda pero no es la solución completa, el solo hecho de no llegar al aeropuerto es para mí aberrante. Una carrera del Dorado al Centro no baja de 20 mil pesos y si uno llega a la ciudad después de nueve de la noche un día festivo pueden ser 30 mil.

Y si bajamos a Montería la cosa es peor, claro que el tamaño de la ciudad ayuda a que el caos no sea mayor, pero de todas formas ha tenido el Mototaxismo que suplir las necesidades de Movilidad de los Monterianos.

El metro de Madrid ayuda a la gente a moverse ágilmente por la ciudad, las mototaxis en Montería también lo hacen, no con la misma seguridad, pero si con Más adrenalina.

3 comentarios:

Sgt. Pepper dijo...

no mencionaste cuanto te costo el taxi, me quedo la curiosidad. saludos :)

Carlos Durango P dijo...

el primero 35Euros, los demás entre 5 y 10! Gracias por comentar

Alejandro Angel dijo...

Venía a preguntar lo mismo, el precio del taxi, ya que allá si salen por un ojo de la cara.

La verdad es que el metro es para mi el mejor medio de transporte, más en Esp. que, contrario a otras partes del mundo, es bastante limpio, organizado y seguro.

Al principio da cierto miedo, llamémoslo respeto mejor. Yo recién llegue, la primera semana salí de fiesta con la gente del master y como a las 6 am que iba de vuelta a mi "piso" duré 3 horas dando vueltas pues me pasaba de mi estación y no era capaz de bajarme en otra que no fuera esa.

Sobre todo porque uno cree que entre estación y estación hay un gran espacio y distancia, cuando en realidad cada 5 o 6 cuadras hay una nueva.

Cheveres los cuentos de tu experiencia aunque comparar Europa con Locombia si es definitivamente una comparación de peras y limones.

Saludos.