1.16.2007

A simple thing


El mural que le sirve de fondo a la Asamblea Departamental de Córdoba, fue pintado en 1968 por el maestro cartagenero Enrique Grau, por encargo del entonces Gobernador Amaury García Burgos, es una obra que representa las grandes riquezas étnicas y agropecuarias de estas tierras, así como la colonización y la laboriosidad de nuestro pueblo.

Durante 38 años esta impresionante muestra de la genialidad del autor, ha estado expuesta a agentes químicos y ambientales, que han colaborado en su deterioro, desde el pasado 4 de diciembre el artista plástico Andrés Castillo, fue delegado por la Secretaria de Cultura para restaurarlo, teniendo en cuenta que es el único pintor local que cuenta con la autorización de Grau para meterle mano a sus obras (antes de que Grau muriera, dictó un curso de restauración al que Andrés asistió).

La restauración se realizó en cuatro fases, la primera fueron los estudios para diagnosticar daños y programar las acciones, luego se llevó a cabo el proceso de limpieza (cuenta Andrés que el mural tenia hasta mocos), luego se pintó o repigmento la obra con oleos polimerizados, removibles y finalmente se protegió con acrílico polimerizado transparente mate y se formularon las pautas para su conservación.

El caso es que me sentí como viajando en el tiempo, por un instante pensé que Andrés era Grau y que estaba en 1968, claro que cuando volteé la mirada y vi la e-book en la que construían un video que será mostrado el día de la revelación de la restauración, volví a la realidad y entendí lo afortunado que soy.

3 comentarios:

Bakita dijo...

Encontrar restauradores es un poco dificil es una suerte que en Cordoba exista uno y ademas autorizado por el mismo artista. Muy bueno ese mural y tu Blog.

Anónimo dijo...

Como funciona esa jugada? el hecho de que el restaurador sea autorizado por el mismo pintor original da la oportunidad de seguir diciendo que la obra es de grau o del que sea que la pintó? ¿el restaurador tambien pone su firma al final?... Gracias

Carlos Durango P dijo...

No el restaurador no pone la firma!